Transparencia y Rendición de Cuentas en la Ayuda Oficial al Desarrollo: el reto para la Agenda de los ODS




La eficacia de la Cooperación Internacional

En el año 2000 en la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas, los líderes del mundo plantearon unos objetivos de desarrollo, para combatir la pobreza, el hambre, las enfermedades, el analfabetismo, la degradación del ambiente y la discriminación contra la mujer. Estos objetivos  se denominaron "Objetivos de desarrollo del milenio" y las sub metas planteadas se esperaba cumplirlas poco a poco, hasta que en el año 2015 estuvieran finalizadas. Esta fecha ya llegó y el balance que se puede hacer no es muy alentador, pues aunque si se ha avanzado en materia de superación de la pobreza y disminución de las enfermedades, aún existen en el mundo graves problemas que aquejan a la humanidad.  Es así como en 2015 se firmó una nueva carta de navegación denominada Objetivos de Desarrollo Sostenible, que plantea 17 objetivos con sus sub metas correspondientes, en el marco de muchos debates, foros, mesas temáticas y encuentros. Se han revisado las diferentes formas de cooperación, como estrategias para potenciar el desarrollo económico de los pueblos. Pero al margen de esta búsqueda del logro de metas, se ha comenzado a discutir acerca de la importancia de la transparencia en cuanto a la ejecución de los recursos aportados y la rendición de cuentas de los mismos, en el marco de una más eficaz y eficiente cooperación para el desarrollo.

Esto significa que los Estados y los diferentes actores participantes de la cooperación, deben proveer la información necesaria para que las actividades puedan ser evaluadas a tiempo y por lo tanto se pueda hacer una retroalimentación efectiva con miras a mejorar los procesos. Así mismo la información que se produzca y se entregue no deba ser únicamente sobre cómo se ejecutaron los recursos, sino que adicionalmente y es casi lo más importante, se debe conocer cuál fue el impacto de la cooperación en los sujetos beneficiados, es decir, la verificación de los cambios generados a partir de la intervención.

A nivel internacional ya existen algunas iniciativas que ayudan a fortalecer la transparencia de la información y el mejoramiento de la rendición de cuentas de la Cooperación Internacional, como es la Iniciativa Internacional para la Transparencia de la Ayuda (International Aid Transparency Initiative, IATI[1]) que fue lanzada en el Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Ayuda en Accra, en septiembre de 2008.  Esta iniciativa busca acelerar la reducción de la pobreza mediante la mejora de la ayuda a través de una mayor transparencia y sobre todo cerrarle el paso a la corrupción, promoviendo mejores prácticas de rendición de cuentas en los países en vías de desarrollo mediante el trabajo conjunto, de manera tal que la información se produzca con base en estándares comunes acordados por todas las partes. [1] http://www.aidtransparency.net/

La información transparente sobre la ayuda para el desarrollo contribuye a que los países rindan cuentas a los donantes no solo sobre cuanto fue el aporte y lo ejecutado, sino que también contribuye a una mejor rendición de cuentas mutua, siendo este uno de los principios claves de la Declaración de París. Todos los actores necesitan información clara sobre el desarrollo de sus actividades.

La información de la Cooperación debe estar disponible para que los mismos Estados donantes puedan en un momento dado comparar la eficacia de su esfuerzo entre uno y otro país, de manera tal que puedan perfeccionar sus propios procedimientos y remodelar el tipo de ayuda que están impartiendo.

Existen hoy día algunas herramientas e instrumentos que contribuyen a facilitar la transparencia en el manejo de la información, por ejemplo algunos donantes han establecido estándares comunes y sistemas de información compartidos para poner a disposición la información por medio del Sistema de Información de Donaciones del Comité de Ayuda al Desarrollo (Creditor Reporting System, CRS[2]). Las tecnologías de la información y las telecomunicaciones a su vez han facilitado el proceso de publicar información y compartirla como nunca antes se había podido. Sin embargo la fuente más completa de información en la actualidad es el CRS. [2] https://stats.oecd.org/Index.aspx?DataSetCode=CRS1

Algunos países y entidades publican en sus sitios web la información sobre los rubros apoyados y el monto de cada uno, sin embargo, la información sobre el impacto generado es muy poca y difícil de conseguir. Sumado a que la información puede llegar a ser fragmentada. Debido a esto la  IATI está proponiendo que los donantes acuerden una lista de información que deban cumplir, sumar y armonizar en un estándar único y crear un código de conducta que vigile el cumplimiento de todo esto.

De acuerdo con lo anterior, los donantes deberán realizar los ajustes pertinentes a sus propios sistemas y procesos de publicación de la información en un formato común, de esta manera la información será transparente para todos y alcanzable. Esto permitirá poder monitorear la información en tiempo un poco más rápido, de manera tal que el seguimiento a las inversiones realizadas sea más riguroso y por lo tanto se puedan verificar los impactos de manera más rápida, tanto positivos como negativos.
Los principales aspectos que la IATI trata son:

     1.      Recoger y publicar información que actualmente no está disponible
     2.      Mejorar el detalle de la información
     3.      Mejorar la información concerniente a futuras ayudas
     4.      Mejorar la visibilización de la información por medio de un formato estandarizado.

Pero al margen de los aspectos técnicos y logísticos de la transparencia y la rendición de cuentas de la cooperación internacional, los problemas y las barreras son más bien políticas, es decir, de voluntad, pues el esfuerzo de armonizar toda la información que se produce cada día en cada proyecto llega a desbordar la capacidad existente. La principal inversión es tecnológica pero también conductual, pues se requiere un cambio de conducta importante para que los responsables de las grandes inversiones estén dispuestos a ser transparentes a la hora de reportar información al mundo y de realizar así mismo las inversiones requeridas para poder hacerlo.

En todo caso, es imperante que exista una mayor transparencia en la información y así dar  cumplimiento a los objetivos de la Declaración de París de apropiación, alineamiento, armonización, gestión por resultados y rendición de cuentas mutua. Todo esto ayuda a la lucha contra la corrupción.

Otra iniciativa como la de IATI es la de la Alianza para el Gobierno Abierto, más conocida como la OGP[3] por sus siglas en inglés, que también busca impulsar la transparencia y la rendición de cuentas en la cooperación internacional para el desarrollo. Si todas estas iniciativas se aplicaran con eficacia y eficiencia, seguramente serian generadoras de cambio en los pueblos, pues serían instrumentos que ayudarían a coordinar mejor la ayuda, tomar decisiones con más y mejor información y mayor participación de todos los actores. [3] http://www.opengovpartnership.org/about

La Declaración de París (DP[4]) sobre la Eficacia de la Ayuda al Desarrollo

Este es un acuerdo internacional que establece compromisos a nivel mundial por parte de los países donantes y también de los receptores, que busca mejorar la entrega y el manejo de la ayuda, con la meta de que la ayuda sea más eficaz y por supuesto transparente.  Este  acuerdo fue firmado en 2005. Adicionalmente en 2008 la comunidad internacional acordó la Agenda de Acción de Accra (AAA) construida sobre los compromisos acordados en la DP y cuyo objetivo es acelerar y mejorar la aplicación de la Declaración de París. [4] https://www.oecd.org/dac/effectiveness/34580968.pdf

La Declaración de París describe cinco principios clave que enmarcan 50 “Compromisos de Asociación”:

     1.      La apropiación de la implementación de la ayuda por parte de los países receptores
     2.      La alineación de los países donantes con las estrategias de los países receptores
     3.      La armonización del enfoque y las acciones entre los países donantes
     4.      El enfoque en los resultados
     5.      La rendición mutua de cuentas

El componente más importante de la DP es la incorporación de indicadores que sirven para verificar el cumplimiento de las metas propuestas de la ayuda. Este es un punto clave de la cooperación, pues generalmente se miden los proyectos con base en la ejecución de los recursos y la firma en sí de convenios y contratos, sin embargo la medición de los impactos y en general de los logros esperados no se realiza de una manera rigurosa, y si se realiza, pasa a ser una actividad final de la ayuda que entra dentro de la ejecución sin tener tiempo de retroalimentación.

Pero a pesar de los miles de millones de dólares que han donado los países desarrollados a los que se encuentran en vías de desarrollo en los últimos 50 años y los mecanismos e instrumentos implementados para que la información sea transparente y la rendición de cuentas sea más rigurosa y por lo tanto la ayuda más efectiva, una gran parte de la población del mundo vive en pobreza extrema y padece todo tipo de necesidades que no le permite a las personas desarrollarse y tener una vida digna. Esto es debido en parte a que aunque las sumas donadas son altas, llegan a ser insuficientes teniendo en cuenta la gravedad de algunos casos. Los desequilibrios económicos superan la ayuda recibida y los intereses que los países en desarrollo deben pagar son cada vez más altos, esto sumado a los costos administrativos y logísticos y la falta de coordinación y articulación de los diferentes actores de la ayuda recibida.  

De acuerdo con todo lo anterior, surgen entonces las preguntas ¿Qué tan transparente y eficiente ha sido la rendición de cuentas de los donantes y receptores de la ayuda para el desarrollo? ¿En el caso colombiano, como se ve la rendición de cuentas representada en los impactos alcanzados por la ayuda, particularmente en los Montes de María, zona que ha sido fuertemente impactada por el conflicto armado colombiano y que ha recibido gran parte de la ayuda hacia Colombia?

La AOD en Colombia: Los Montes de María

Los Montes de María son una subregión del Caribe colombiano de 2.677 km2, ubicada entre los departamentos de Sucre y Bolívar. Están compuestos por montañas cuyas mayores alturas apenas si sobrepasan los 1.000 msnm y poseen características climatológicas y físicas propias. Además, en esta se encuentra una pequeña zona protegida que es santuario de fauna y flora. Su ciudad más importante es El Carmen de Bolívar. [5] [5] https://es.wikipedia.org/wiki/Montes_de_Mar%C3%ADa

La subregión está compuesta por 15 municipios en total: ocho del departamento de Sucre y siete del departamento de Bolívar:

Departamentos
Bolívar
Sucre





Municipios
El Carmen de Bolívar
Ovejas
San Jacinto
Los Palmitos
San Juan Nepomuceno
Morroa
El Guamo
Coloso
María La Baja
Chalan
Zambrano
Toluviejo
Córdoba
San Onofre
San Antonio de Palmito

Por la alta incidencia del conflicto armado en Colombia en esta zona y a la vez su gran riqueza natural, los Montes de María han recibido ayuda de los países desarrollados desde hace décadas. En 2001 los alcaldes de los Montes de María anunciaron la ayuda por 83 millones de dólares del Gobierno Nacional, dentro de una propuesta que denominaron Plan de Desarrollo Humano Integral para la subregión en Bolívar y Sucre durante 10 años. Posteriormente en 2013 entre diferentes entidades como el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural –INCODER-, entidades territoriales del corregimiento de El Salado y la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia, APC-Colombia, se promovió la conformación de una nueva Alianza Estratégica para impulsar el Desarrollo Rural, con enfoque territorial, en el Municipio de Carmen de Bolívar. Actualmente en 2016 se realizó en este mismo municipio el “Gesto de paz”: en un acto simbólico, los integrantes del equipo negociador del Gobierno en La Habana entregaron las 297 páginas del acuerdo final por la paz a las víctimas de una de las regiones más golpeadas por el conflicto armado.

De acuerdo con el Análisis del Plan de Consolidación de Montes de María (Bacchi, 2011) los flujos de Cooperación Internacional que se han dirigido a la región desde el año 2004 se han coordinado con los planes de desarrollo departamentales. El número de programas aumentó en 2007, cuando el Centro de Coordinación de Acción Integral en el Marco del Plan Nacional de Consolidación llegó a los Montes de María. Implementaron programas allí la ONU, OEI, UNESCO, USAID, ACNUR, OIM entre otros y numerosos países de Europa, América del Norte y Asia.

            En la última década en El Carmen de Bolívar se han implementado cientos de proyectos, de los cuales la mayoría se clasifica en cuatro temas:

     1.      Desarrollo social y regional
     2.      Derechos Humanos
     3.      Desmovilización y reintegración
     4.      Paz

En 2003 inició el Proyecto del PNUD “Asistencia Preparatoria para la formulación de un Programa de Desarrollo y Paz en los Montes de María”. La ONU creó el Programa Reconciliación y Desarrollo – REDES, proyecto estratégico del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

Así mismo la estrategia de los Laboratorios de Paz, aplicada por la UE desde 2002, apoya las iniciativas locales encaminadas a crear zonas de paz, convivencia, desarrollo económico y reconciliación. El III Laboratorio de Paz inició en junio de 2006 y terminó en diciembre de 2011. La Unión Europa aportó 24 millones de euros y el Gobierno colombiano 6 millones (préstamo del Banco Mundial), por un total de 30 millones de euros. El componente geográfico se implementó en los 15 municipios de los Montes de María.

En total se puede decir que la suma de la ayuda recibida por los Montes de María asciende aproximadamente a USD 90,000,000 entre 2004 y 2011, una suma bastante considerable pero que sin embargo no se ve reflejada en los resultados.

Según el DANE, los municipios de los Montes de María presentan niveles de necesidades básicas insatisfechas mayores respecto al promedio nacional. El 85% de los hogares no alcanza a cubrir sus gastos básicos, el 95% de la población no está afiliada a ningún fondo de pensión, demostrando un elevado nivel de desempleo o de trabajo informal, el 80% de las personas no está afiliada a ninguna EPS y el nivel de analfabetismo es el doble del promedio nacional. En 2006 el 99% de la población estaba clasificada en los niveles 1 y 2 del SISBEN. Esta región es eminentemente rural y agropecuaria, donde existe un alto grado de empobrecimiento. Sumado a todo esto, en la década de los noventa aumentó el conflicto armado en esta zona del país.

En la región hay una marcada utilización de mecanismos irregulares para el desarrollo del ejercicio político. Fenómenos como la corrupción, el clientelismo, el gamonalismo y las alianzas con grupos al margen de la ley siguen vigentes en los Montes de María. La parapolítica y la convivencia con los paramilitares hacen que la población desconfíe de las instituciones. En la región el problema de la corrupción es una realidad encubierta y funciona como un secreto a voces. De acuerdo con los planteamientos de Amartya Sen (Sen 1,999) y su definición de desarrollo, los habitantes de los Montes de María no son libres, pues no tienen la capacidad de poder escoger su propio destino.

Recientemente el gobierno colombiano anunció que después de la guerra llegarán inversiones a los Montes de María, por la alta incidencia del conflicto en esta región, donde se ejecutarán las primeras obras del plan que el Departamento Nacional de Planeación  implementará durante el posconflicto. Los recursos superan los $10 billones a  través de los Contratos Plan para la Paz. Se estiman inversiones para la región por $2 billones para desarrollar un amplio conjunto de iniciativas de infraestructura, obras prioritarias en los sectores de educación, salud, vías, redes eléctricas, vivienda y desarrollo agropecuario. El plan permitirá articular esfuerzos y recursos de los gobiernos departamentales y municipales con el Nacional para afianzar y aprovechar el potencial de la región. 

Es evidente que si bien es cierto la región padece grandes problemas sociales y económicos, también ha recibido buena ayuda y no ha sido objeto de olvido por parte de los gobernantes locales ni nacionales e incluso los internacionales, en tanto que numerosos programas y proyectos se han desarrollado en sus municipios, con el objetivo último de convertir a la región en el motor de desarrollo de la Región Caribe y del país, sin embargo durante el proceso de toda esta ayuda, ha faltado una evaluación de impactos más rigurosa y significativa que dé cuenta de los cambios en la conducta de las personas y los pueblos intervenidos y beneficiarios de la ayuda. Es necesario verificar si lo que cada proyecto se ha propuesto lograr ha sucedido, para de esta forma replantear los programas y proyectos aplicados y reformularlos teniendo en cuenta las necesidades y prioridades de la comunidad beneficiaria. Si un programa se ejecuta al 100%, no basta con presentar un informe de ejecución del 100% como logro, o la realización de todas las actividades planteadas como un logro en sí mismo. Es necesario revisar si las actividades realizadas si produjeron el impacto esperado, de lo contrario, el análisis se queda corto. Si un programa plantea realizar por ejemplo 1000 capacitaciones en todo el país para lograr concientizar a la gente en el uso adecuado del agua, el principal indicador no debe ser la realización de las 1000 capacitaciones, aunque este sea de obligatorio cumplimiento en el entendido de la ejecución de recursos como principal forma de medir la ayuda. El principal indicador es el cambio de conducta de las personas que recibieron la capacitación y que efectivamente están haciendo un mejor uso del agua. Esta medición es más rigurosa y requiere de más tiempo y esfuerzo pero es la que se necesita para saber si la ayuda fue pertinente y oportuna, de lo contrario miles de millones de dólares serán invertidos en los países menos desarrollados sin llegar a los resultados esperados y sin lograr mejorar las condiciones de vida de los millones de personas en el mundo que necesitan de la ayuda de todos.



Conclusión

Al margen de todas las estrategias planteadas para la rendición de cuentas de la ayuda y el logro de la transparencia en el manejo de estas grandes cantidades de dinero que se han aportado en las últimas décadas, lo que los países donantes y receptores deben fortalecer son los procesos de evaluación de impacto de los programas y proyectos creados y ejecutados. Es necesario robustecer las líneas que conforman los componentes de Gestión del Conocimiento de los programas y realizar seguimiento a estas durante la ejecución de los mismos, teniendo en cuenta que estos por su gran tamaño se proyectan mínimo a tres años, de manera tal que no se espere hasta el final para analizar si el proyecto efectivamente logró impactar de manera positiva la vida de las personas beneficiarias de la ayuda.

La evaluación de impacto tiene como propósitos determinar si un proyecto, programa o política produjo los efectos deseados en los beneficiarios que recibieron la ayuda y de la misma manera conseguir estimaciones cuantitativas de estos efectos para poder determinar si se lograron gracias a la intervención o no. Gracias a esta evaluación, se podrá conocer si la ayuda fue no solo eficiente sino lo más importante, fue eficaz, para así tener los elementos de juicio y la información necesaria para determinar los cambios que deban incorporarse a los programas financiados con la ayuda de la cooperación internacional. Para que esto se pueda realizar es necesario que se aporten más recursos a las líneas de evaluación de impactos de los presupuestos de los programas y proyectos y adicionalmente deben ser manejados como un proyecto en sí mismo debido a su importancia.

Una adecuada evaluación de impactos de un proyecto de cooperación internacional es el mejor informe de rendición de cuentas que un organismo multilateral, asociación de la sociedad civil, Estado o cualquier entidad ejecutora pueda presentar, como responsable del presente y futuro de las personas receptoras de la ayuda y del logro de las metas planteadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.


  
Bibliografía

ALIANZA PARA EL GOBIERNO ABIERTO, (2016) Recuperado de http://www.opengovpartnership.org/about

BACCHI, Davide. (2011) Análisis del Plan de Consolidación de Montes de María. Cuadernos de Cooperación y Desarrollo (1ª edición). Bogotá: Editorial Códice.

DANE, (2014) Censo Nacional Agropecuario, entrega de resultados. Recuperado de https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/agropecuario/censo-nacional-agropecuario-2014

LA DECLARACIÓN DE PARÍS SOBRE LA EFICACIA DE LA AYUDA AL DESARROLLO, (2005) Recuperado de https://www.oecd.org/dac/effectiveness/34580968.pdf

INICIATIVA INTERNACIONAL PARA LA TRANSPARENCIA DE LA AYUDA, (2016) Recuperado de http://www.aidtransparency.net/

MONTES DE MARÍA, (2016) Información general. Recuperado de https://es.wikipedia.org/wiki/Montes_de_Mar%C3%ADa

NACIONES UNIDAS, Asamblea General. (2015) Objetivos de desarrollo sostenible. New York: Naciones Unidas.

NACIONES UNIDAS, Asamblea General. (2000) Objetivos del milenio. New York: Naciones Unidas.

SISTEMA DE INFORMACIÓN DE DONACIONES DEL COMITÉ DE AYUDA AL DESARROLLO, (2016) Recuperado de https://stats.oecd.org/Index.aspx?DataSetCode=CRS1

SEN, Amartya K. (1999). Development as freedom (1ª edición). New York: Oxford University  Press.