Análisis de la película “El Jardinero fiel” en relación con Tandon, Maestro y Martínez.

El efecto de la Cooperación para el Desarrollo en el Tercer Mundo. 


“El jardinero fiel”  es una película de 2005 basada en la novela de John Le Carré, que cuenta la historia de Justin, un diplomático británico y Tessa Quayle una activista, personajes muy diferentes entre sí. En la película se denuncia el comportamiento corrupto de la industria farmacéutica, que obtiene sus beneficios a costa de experimentar con la salud de las personas, particularmente de las más pobres con el beneplácito oculto de los gobiernos en favor de estas multinacionales. Concretamente, la trama de la película gira en torno al descubrimiento de que una multinacional está probando un nuevo medicamento contra la tuberculosis, a pesar del conocimiento de que tiene efectos secundarios mortales. Kenia, país profundamente empobrecido, es donde sucede la historia. Según un informe del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, Kenia a pesar de ser la mayor economía del este de África, tiene una gran cantidad de personas viviendo bajo el umbral de la pobreza, en tanto que sitúa la línea de pobreza en un gasto de 1,25 dólares por persona al día, donde el país tiene el 43,37% de personas por debajo de este umbral. La película muestra este aspecto en varias escenas donde se exponen las condiciones infrahumanas donde viven la personas, sin servicios básicos de agua, luz, alcantarillado y donde una de cada cinco personas es VIH positivo.
Tessa, la entusiasta activista junto con el doctor Arnold Bluhm, se unen en la lucha por denunciar y desenmascarar a la multinacional farmacéutica “KDH” y su aliada en Kenia, “Tres abejas”.  Debido a toda la información que Tessa recopiló y a todo lo que descubrió, es asesinada. Justin tratando de develar el misterio alrededor de su muerte, termina involucrado en la misma investigación que Tessa. Los tres perderán la vida teniendo como asesinos intelectuales a las poderosas multinacionales farmacéuticas y sus intereses multimillonarios, junto con la complicidad del gobierno británico y keniata. Esta trágica historia nos conecta con la experiencia de mucha gente alrededor del mundo, comprometida con la transformación de las situaciones de desigualdad y vulneración de los derechos humanos.
Las multinacionales farmacéuticas dedican muchos menos recursos de los que publicitan al trabajo de la investigación y estos fondos terminan siendo empleados en mercadeo. Así mismo, las prioridades en la investigación están concentradas en enfermedades populares del mundo occidental (gripe), ignorando enfermedades endémicas de los países empobrecidos (SIDA, tuberculosis, dengue, malaria, chicunguña), cuya población por ser tan pobre, no resulta interesante económicamente para estas grandes empresas.
Tessa y Justin se conocen en una conferencia donde la activista se enfrenta al diplomático, iniciando así una relación que los llevara a vivir en Kenia, donde el trabajará. A pesar de la felicidad de ambos, aumentada por la espera de un hijo, Tessa convive con el disgusto por las profundas desigualdades que los rodean iniciando así una lucha por cambiar las cosas. En este proceso Tessa conoce al doctor local Arnold Bluhm, con el que descubre lo que realmente hace la compañía farmacéutica internacional “KDH” y su aliada en el país, “Tres abejas”. “KDH” creó Dypraxa, una droga en estudio que se empleará en el tratamiento de la tuberculosis multirresistente tras pasar los controles exigidos. “Tres abejas”, su filial en Kenia, compañía próspera del país, realiza las pruebas del medicamento, usando pacientes que reciben tratamiento de manera gratuita, “extorsionándolos” ya que si se negasen a realizar las pruebas, se les quitaría la prestación del servicio. Debido a la estrecha relación entre Tessa y Arnold, Justin se molesta pero no llega a decir nunca nada. Se sumerge en el cuidado de sus plantas, refugiándose en su jardín para no decir nada.
Tessa pierde a su bebé y en el hospital conocen a una niña de 15 años, que está recibiendo el tratamiento de Dypraxa. Aquí inicia su cruzada contra las grandes compañías, donde hallará información muy delicada, para realizar un informe sobre el Dypraxa que enviará al Alto Comisionado Británico. La respuesta fue su asesinato. El Alto Comisionado Británico produce un informe sobre la muerte de Tessa reduciéndolo a un crimen pasional. Justin sospecha de que la muerte de su esposa no fue un accidente debido a que la policía invade su casa y se lleva documentos. Tras el funeral inicia su propia investigación hasta encontrar la verdad de lo sucedido y la realidad de la situación sanitaria del país. Justin viaja a distintos lugares, reconfirmando la información encontrada por Tessa, hasta sacar a la luz toda la verdad sobre Dypraxa. Descubre el hecho de que el medicamento sólo puede ser comercializado, en el caso de que su uso en África no genere efectos secundarios graves, por lo que comienza a hacerse muchas preguntas. Descubre que el Alto Comisionado Británico se encuentra detrás de todo, en un pacto con “KDH” y “Tres abejas”, para eliminar los resultados que no interesaban dentro de los ensayos clínicos. Es así como viaja a Sudán para obtener los verdaderos resultados de las pruebas. Así confirma que la causa de la muerte de Tessa fue que ella quería detener las pruebas de Dypraxa, lo que traería demoras en la comercialización, y millones de dólares en pérdidas para la compañía farmacéutica. Dypraxa presentaba propiedades curativas, sin embargo sus efectos secundarios podían matar y era muy costoso volver a los laboratorios para corregir la medicina, por lo que la solución escogida fue eliminar de los estudios los pacientes que sufrían los terribles efectos, entregando así información falsa. Finalmente Justin envía un correo electrónico con todo lo descubierto después de haber superado ataques a su integridad física. Sabiendo que lo encontrarán para matarlo, hace una última parada en el lago Tukana donde su esposa murió.
Esta película muestra como las grandes corporaciones de los países desarrollados se involucran en los problemas de los países en vías de desarrollo y con grandes problemáticas para por medio de la excusa de la Ayuda Oficial para el Desarrollo, lucrarse como principal objetivo.
En “La cooperación al desarrollo como parte de la estructura económica del capitalismo global” de Irene Maestro Yarza y Javier Martínez Peinado, los autores explican la relación entre la Cooperación para el Desarrollo y el desarrollo capitalista en sí mismo, demostrando como la Cooperación para el Desarrollo indistintamente de si hace parte de la ayuda que las naciones realizan entre sí con fines en parte altruistas, lo hacen también como uno de los instrumentos de la economía mundial diseñados por el capitalismo y por lo tanto la forma como funciona está sujeta a la estructura del mismo sistema capitalista. La multinacionales y en general las grandes corporaciones hacen parte de este sistema capitalista. En la película esto se puede identificar por medio de las relaciones que tienen Gran Bretaña y Kenia por medio de sus empresas farmacéuticas “KDH” y “Tres abejas” respectivamente, representando una  alianza comercial que busca máximos beneficios de una manera poco ética.
Maestro y Martínez hablan del actual discurso de relación “asociativa” entre donantes y receptores, que “El jardinero fiel” expone por medio de las relaciones de los gobiernos del Reino Unido y Kenia, ya que el discurso de grandes salvadores de la población de las dos naciones está orientado a extender el crecimiento del mercado farmacéutico en el continente africano que es el gran necesitado de las medicinas que las corporaciones ofrecen.
La Cooperación para el Desarrollo de acuerdo con Maestro y Martínez en el “Jardinero fiel” está representada también por el control directo del recurso humano, de las personas más necesitadas de Kenia, como un ejemplo del hecho de que durante décadas, desde el momento en que se mencionó la necesidad de la “ayuda al desarrollo” en el discurso del presidente Truman de USA, la Cooperación para el Desarrollo ha sido objeto de polémica en términos de eficiencia y eficacia, mostrándose utilitarista, por medio de muchos ejemplos, por lo que para algunos es geoestrategia global y control directo o indirecto de los recursos naturales y humanos del Tercer Mundo y para otros es ayuda altruista.
Así pues, la nación y las corporaciones que en la película parecen estar ayudando a Kenia, finalmente están utilizando a la nación para sus propios fines. En ¿Quién ayuda a quién? el autor  Yash Tandon expone en el capítulo Historias de casos, el efecto de la Ayuda al Desarrollo en el Tercer Mundo, como la ayuda que se suministra sobre la base de la solidaridad o ayuda humanitaria relacionada con los compromisos hechos con relación a los bienes públicos globales como algo apoderador y perverso. Este tipo de ayuda es la que recibe Kenia en el “Jardinero fiel”, pues está recibiendo asistencia que contribuye a luchar contra una enfermedad extendida por toda la nación, pero que finalmente lo que esconde es un negocio vinculado a un proyecto económico particular.
El efecto de la Ayuda al Desarrollo en el Tercer Mundo del que habla Tandon, está representado en el “Jardinero fiel” como la falta de ética de las multinacionales que a costa de arriesgar las vidas de los seres humanos, aumentan sus utilidades y maximizan sus ganancias por medio del discurso salvador del desarrollo.